16.6.11

Ideología de nivel cero

Esta es una transcripción de un fragmento -sobre la ideología implícita en la búsqueda de “interioridad” auténtica al nivel discursivo-constructivo o místico-religioso- de una charla que Slavoj Zizek dio en las oficinas de Google New York en septiembre del 2008 para el programa The Authors@Google. La charla completa está disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=_x0eyNkNpL0

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Mi libro favorito en ése tema –les recomiendo que lo lean- es de Brian Daizen Victoria -quien él mismo es un sacerdote budista-: Zen at War. Este tipo hizo algo muy simple. Él simplemente hizo la investigación de cómo se relacionaba la comunidad zen japonesa con la expansión militar japonesa -la invasión a China y todo eso [and so on]- a finales de los 30’s y principios de los 40’s. Y el descubrimiento fue sorprendente: a excepción de –literalmente- tres, cuatro, cinco disidentes, ellos no sólo estaban de acuerdo, sino que también lo justificaban. El verdadero horror es leer los trabajos de aquel tiempo de un sujeto que –algunos de ustedes, y veo que los hay, son, como yo, desafortunadamente muy viejos para estar por ahí- era muy popular aquí en los tiempos hippie -60’s, principios de los 70’s- D. T. (Daisetsu Teitaro) Suzuki, ya saben, el gran modelo en introducir aquí la tradición budista. Bueno, en los 30’s él estaba escribiendo textos ligeramente distintos. Por ejemplo, escribió un texto donde celebraba la invasión japonesa a China como –así lo decía- un trabajo de amor; los chinos debían aprender que la espada que los está matando es en realidad una espada de amor. Pero lo más importante es que el mismo Suzuki concibió una maravillosa argumentación sobre cómo un soldado ordinario debe entrenarse psicológicamente a sí mismo para poder matar sin traumatizarse. Y da una maravillosa descripción de cómo esta actitud budista de superar tu sí mismo falso [false self] te ayuda. Él dice que cuando aún te identificas con tu sí mismo falso y crees que eres el agente sustancial desde luego que es traumático; la única manera de ponerlo es: “yo tengo una espada y te la clavo”. Pero –dice- si alcanzas la iluminación budista entonces toda la perspectiva cambia: eres sólo un observador, ves tu espada moverse por el aire y ves cómo, de algún modo, se le clava al enemigo; es despersonalizado. Incluso menciona -Suzuki- que para la gente ordinaria que no tiene tiempo para meditar la disciplina militar absoluta es la manera más fácil para alcanzar la iluminación en el sentido de superar tu sí mismo falso. Dice: cuando aprendes que cuando el oficial dice “¡dispara!”, tú disparas, sin momentos de reflexión, te encuentras por encima de tu sí mismo falso y todo eso [and so on and so on]. Ahora, ¿cuál es la conclusión de todo esto? Permítanme ser muy claro, de nuevo, para evitar malentendidos. No estoy diciendo “ya ves cómo todos esto de los budistas japoneses es sólo una máscara del militarismo”, no. Lo verdaderamente difícil es aceptar que –como Père Joseph-[1] las meditaciones de Suzuki son absolutamente auténticas. Es de verdad, es real. Pero esto no te previene de legitimar o hacer cosas horribles, etc. [and so on and so on]. Entonces, ven mi punto aquí. Mi punto es que nuestra verdad no es la “vida interior” –misticismo, historias que nos contamos, o lo que sea-. Estoy aun tentado a afirmar -en un modo más radical y psicoanalítico- que lo que construimos como “vida interior” –historias que nos contamos a nosotros mismos, la narrativa que construimos para enfrentar lo que estamos haciendo-[2] es siempre ideología de cero grado, una especie de pantalla protectora.



[1] En esta misma charla Zizek habla de un libro de Aldous Huxley sobre Père Joseph, un fraile francés que, por un lado, era brutalmente cruel con sus enemigos político-religiosos y, por otro, era un auténtico místico.

[2] Se refiere al pragmatismo de Richard Rorty y a la posmodernidad de las narrativas como ficción efectiva.

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